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Siete notas. Doce años. Más de mil trayectorias.

En 2014, Acción por la Música se constituyó como fundación para organizar un sueño compartido. María Guerrero impulsó ese paso fundacional con la certeza de que la música expresa y alienta lo mejor del ser humano y de que convertida en acción propiciaría los cambios necesarios en la sociedad.

Desde entonces, hemos acompañado a más de 1.000 niñas, niños y jóvenes, y hoy son más de 400 quienes forman parte activa de esta gran orquesta compartida. Ensayan en colegios, centros culturales y barrios, y hacen mucho más que música: construyen vínculos, posibilidades y justicia.

Este 2025 celebramos también los 50 años del Sistema del Maestro José Antonio Abreu, quien supo imaginar la orquesta como una escuela de excelencia y justicia compartida. Su legado sigue vivo en un movimiento mundial que inspira y transforma.

En esa resonancia, la mirada cercana, humana y multiplicadora del Maestro Gustavo Dudamel nos acompaña y anima. Su forma de dirigir, de escuchar y de creer en la infancia alimenta también este latido que compartimos. Del mismo modo lo hacen todas las iniciativas inspiradas en El Sistema que hay por el mundo, nuestra familia.

Nos inspiran los maestros agentes de cambio de Acción por la Música, personas singulares que combinan la excelencia musical y la capacidad de sumarse a las comunidades para construir juntos el futuro que soñamos.

Con solo siete notas escribimos infinitas historias. Y en cada una late la posibilidad de una sociedad más justa, más bella y más humana.