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Revivir nuestra participación en Got Talent nos llena de alegría y nos devuelve a uno de los momentos más intensos y emotivos de 2020.

Era julio y llevábamos 4 largos meses de confinamiento en Madrid en los que no habíamos podido juntarnos para tocar. Teníamos muchas ganas de reencontrarnos pero cuando retomamos los ensayos en junio, el ambiente que se respiraba nos tenía preocupados… no hacían falta palabras para darnos cuenta de que el confinamiento había pasado una alta factura al grupo.

Entonces llegó Got Talent. Éramos conscientes de que musicalmente hablando no estábamos en el mejor momento (llevábamos meses sin ensayar). Pero tras conocer las estrictas medidas de prevención contra la Covid-19 que se estaban adoptando desde el programa y reflexionar sobre la oportunidad de aprendizaje y motivación que supondría, decidimos intentarlo.

La respuesta del grupo nos terminó de convencer. En un instante, el brillo volvió a sus ojos. El orgullo que sentimos por su actitud y su manera de afrontar este reto no nos cabe en el pecho. Se comportaron como lo que son: grandes artistas.

Agradecemos al jurado su criterio valorando lo que les hace brillar: son referentes de una generación que rompe estereotipos, con valores humanos ejemplares, que a través de la música alza su voz para reivindicar la riqueza de la diversidad y el papel de la juventud en la construcción de un futuro más justo.

Tras la audición el equipo de Got Talent nos condujo a la entrada del teatro donde esperaban las familias para darles la enhorabuena. Nada más verlas, los jóvenes se tiraron a sus brazos y lloraron. Lloraron de alegría. Lloraron los nervios. Lloraron la frustración y el huracán de sentimientos vividos desde marzo. Liberándolos. Sanando. Y las familias les regalaron un aplauso que todavía nos emociona. Aplaudieron a sus hijos e hijas, por ser unos valientes en el escenario y también en sus casas. Un aplauso que sonaba a orgullo, dignidad, admiración y amor.

Y como fundación también sanamos viendo una vez más, de una manera tan pura, cómo el poder transformador de la música cobraba vida y hacia su magia.

Mientras la música y el arte sigan vivos, hay esperanza.

Ahora puedes:

1. Visitarnos a un ensayo (escríbenos a info@fasm.es)

2. Conocer más sobre Acción por la Música en nuestra web

3. Apoyar el programa de becas de estos jóvenes artistas en www.accionporlamusica.es/dona