Gordan Nikolic visita el núcleo de Acción Social por la Música en el CEIP La Alameda
“Mi padre era filósofo: él quería que mi hermana y yo aprendiésemos música porque es un idioma que supera a todos los demás y derriba los muros que obstaculizan el entendimiento”.
Con estas palabras, el gran Gordan Nikolic comenzaba a hablar con los niños y niñas de la Orquesta Profesor Uría del CEIP La Alameda y les contaba cómo se enamoró de la música. A pesar de haberlas pronunciado en inglés, los alumnos comprendían el profundo sentido de los consejos que les daba: “Si ahora empezáis a hacer realidad aquello que deseáis, ya nunca dejaréis de hacerlo”.
A su vez, los pequeños virtuosos lanzaban preguntas al maestro y encontraban en sus respuestas importantes lecciones de vida. Lo primero que Gordan aprendió cuando inició su formación, a los 8 años de edad, fue que “tocar el violín es el arte de abrazar. Después de tanto tiempo, cuando toco, sigo sintiendo aquel primer abrazo”.
Pero la mañana del 9 de febrero en La Alameda, los niños y niñas de la orquesta —junto con el equipo de MAC (Maestros Agentes de Cambio) de Acción Social por la Música, compañeros de clase, docentes y equipo directivo del centro— compartieron con Gordan Nikolic mucho más que palabras.
El concertino de la Orquesta Sinfónica de Londres regaló a los presentes las notas que acompañan las mejores escenas de La Guerra de las Galaxias (su discografía como concertino de la Orquesta Sinfónica de Londres incluye cientos de grabaciones, desde las bandas sonoras de La guerra de las galaxias y Harry Potter a las Sinfonías de Elgar). También tuvieron el espacio que se merecían las composiciones de figuras tan imprescindibles como Bach.
Demostración de que, como Carl Maria von Weber (1786-1826) afirmó, “la música es el verdadero lenguaje universal”, fue la interpretación de Ainhoa, cellista de la Orquesta Profesor Uría, junto con su maestra Esther Carapeto (MAC), Javier Ulises Illán (Director del Área Instrumental de Acción Social por la Música y MAC) y Gordan Nikolic.
Posteriormente, los miembros de la orquesta y sus profesores abrazaron sus instrumentos bajo la dirección de Gordan y crearon momentos inolvidables juntos. “Formar parte de una orquesta es un milagro” les decía el director artístico de la BandArt; “todo se construye sobre la relación que establecéis los unos con los otros, sobre el amor por lo que hacéis unidos”.
Cecilia Funmayor, Secretaria General de Acción Social por la Música, explica que “la visita de Gordan Nikolic es un honor y un privilegio que reafirma la labor que la Fundación lleva a cabo día a día en los núcleos: el interés que el maestro ha mostrado por la realidad de estos niños, por sus sueños y la ilusión con la que aprenden y crecen como orquesta, denotan la implicación de una persona con el recorrido y la posición en el mundo de la música como él. Que Gordan haya participado y descubierto el inestimable valor de lo que hacemos es un motivo más de esperanza para todos nosotros”.