El miércoles 5 de abril, la Orquesta del CEIP Jaime Vera recibió la visita del Presidente de la Fundación de la Orquesta Sinfónica de Madrid, Wolfgang Izquierdo, y la concertino especializada en barroco, Pauline Nobes.
Los niños y niñas de la agrupación tuvieron la oportunidad de compartir con ellos un tiempo en el que la música hizo brillar de nuevo el salón de actos del centro escolar. Con la ilusión de quienes viven por un mismo sueño, Pauline les contaba: “Lo más importante en una orquesta es el deseo de estar juntos y ser juntos. Es ese deseo y la fe en un proyecto común lo que lleva a cada uno a estudiar, practicar en casa, mejorar… Desde esa unidad surge el grupo con una clase de vínculos casi irrompibles”.
Para los pequeños miembros de la orquesta, conocer a figuras referentes supone una ocasión única de enriquecimiento personal y crecimiento colectivo: “He visto mucha sinceridad y cariño: el mejor caldo de cultivo para los grandes acontecimientos”, reconocía la violinista.
Al principio del camino del éxito, las distancias son confusas y el reloj avanza lento, especialmente para un niño. Escuchar y participar de la experiencia de quienes han trazado ya un recorrido que ellos anhelan, les regala nuevos motivos para continuar esforzándose y creyendo que es posible alcanzar la meta: “Empecé a tocar el violín cuando tenía 5 años. Lo que más me costaba era la postura: ¡siempre tenía agujetas! Pero aún no me he cansado de tocar: me encanta…”, relataba Wolfgang.
María Guerrero, Presidenta del Patronato de Acción Social por la Música, reconoce que “es una alegría que nos visiten estos grandes músicos. Ellos nos inspiran y son un referente de excelencia y de solidaridad”. En la Fundación, es fundamental presentar a los participantes en las agrupaciones corales y orquestales modelos reales que les sirvan de referencia en su día a día; personas que, además, son capaces de empatizar y atreverse a salir de su escenario habitual para acercarse al de estos pequeños, subir, tocar y luchar juntos. Cecilia Fuenmayor, Secretaria General, concluye al respecto que «para los niños y niñas, tener la oportunidad de compartir con personas como Wolfgang y Pauline es una verdadera inspiración; saber que lo que hacen tienen una recompensa, y que con el esfuerzo y la perseverancia se puede llegar lejos«.