El pasado 19 de marzo la Red Música Social promovió este concierto en el que 200 jóvenes expresaron su compromiso con la igualdad de oportunidades.
Los músicos, provenientes de todos los rincones de España, interpretaron una partitura en común con el fin de reivinidicar la fraternidad humana y una sociedad más justa.
El concierto fue promovido por la Red Música Social, una plataforma creada con el apoyo del Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, de la presidencia del Gobierno. Parte del impulso de un grupo de entidades sociomusicales y aspira a integrar y articular el movimiento de transformación social a través de la música en España. Desde aquí invita a que todas las entidades y proyectos sociomusicales que lo deseen a que se sumen a la Red. También anima a que las personalidades más influyentes sumen sus voces a esta misión.
Este concierto supuso una oportunidad para visibilizar el poder de la música como herramienta necesaria para conseguir la equidad educativa y la reducción de las desigualdades sociales. Todo ello en un mundo donde todos progresemos y desarrollemos plenamente nuestro potencial humano. Como afirman desde la red, «las artes deben estar en el centro de nuestro proyecto como sociedad por su potencial para trascender y unificar en torno a valores humanos universales».
El concierto, conducido por la periodista Mirea Mallol, acercó al público el poder transformador de la música. Nadie mejor que la infancia y la juventud para diseminar un mensaje necesario y urgente. Un repertorio rico en músicas del mundo, como “Ritmos ciganos” y grandes clásicos de la música europea, como el Farandole de Bizet, tomaron vida en unas manos distintas de las habituales en el templo de la música.
La música como movimiento social
La música moviliza para el cambio porque permite ir más allá de los paradigmas conocidos para crear una nueva manera de mirar a la realidad, desafiando todos los cánones de utilidad y pragmatismo. El activismo necesario para transformar el mundo requiere iguales dosis de unión y conciencia. “La música es una fuerza generadora de libertad, belleza, juego y encuentro. La acción musical mueve a la fraternidad humana y aspira, en última instancia, a la unión de todas las personas”, aseguran los representantes de la Red Música Social. En este concierto, niños y niñas que no se han visto nunca antes, protagonizan el milagro de concertarse, ponerse de acuerdo, para crear algo en común. “Esta experiencia ofrece un camino concreto para la promoción de una cultura de paz, concordia y escucha entre los diferentes.”
En palabras de la directora de la fundación Acción por la Música: «A través de la intervención musical estamos logrando cambios que dan lugar a oportunidades para niñas, niños y adolescentes que tienen derecho a desarrollar su máximo potencial. Todos somos resultado de las oportunidades que nos brindan(…) Los jóvenes han vivido una experiencia que trasciende el concierto porque llevan preparando meses este concierto, porque están viviendo una ilusión que hace del concierto una parte de todo este proceso que transformamos. La experiencia es extraordinaria».