Desde Acción Social por la Música celebramos el cuarto aniversario de la adhesión de España a la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y nos sumamos a la campaña #ODSéate del Alto Comisionado para la Agenda 2030 reiterando nuestro firme compromiso con «poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo», el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En España actualmente uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza o exclusión social, más de 2 millones viven por debajo del umbral de la pobreza y casi 700.000 en pobreza severa. Como si de una enfermedad genética se tratara la pobreza en España se cronifica y se hereda. El Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil denuncia que España vive una situación de pobreza infantil estructural. Además, la pobreza se hereda en un 80% de los casos(*). Detrás de este número están los factores socioemocionales vinculados a la pobreza, que la cualifican hasta convertirla en una realidad inmutable: la falta de autoestima y la experiencia de opresión como falta de empoderamiento, debilitan a las personas en situación de pobreza, limitando su capacidad de superación social y de aprovechamiento de las oportunidades que ofrece nuestra sociedad.
Por este motivo, la pobreza va más allá de la falta de ingresos y recursos para garantizar unos medios de vida sostenibles. La pobreza es un problema de derechos humanos. Lo que nos preocupa no es solo la carencia material, que es intolerable: es toda esa realidad emocional que acompaña a las personas y que las encadena a un círculo vicioso, haciéndolas sentir que no valen, que no pueden superarse, que tienen que aceptar lo que hay. Si intervenimos precisamente sobre estos mecanismos socioemocionales que cronifican la pobreza, estaremos revirtiendo sus efectos y contribuyendo a la erradicación de la pobreza en España.
¿Cómo lo hacemos?
Poniendo un instrumento en sus manos. El aprendizaje de música colectivo es una eficaz herramienta para derribar los muros que encierran a las familias en círculos de pobreza y exclusión social y son los propios niños y niñas quienes los derriban desde dentro. Nuestras agrupaciones musicales no tienen filtro de ningún tipo porque queremos llegar a los corazones de todas las familias.
Resumimos el impacto de la acción social a través de la música en tres efectos que transitan de un plano individual al social-comunitario:
Dignificación
Nuestras orquestas son espacios de dignificación donde los niños y niñas se superan cada día tanto a nivel individual como grupal, lo que contribuye al crecimiento de su autoestima. En las orquestas los niños y niñas aprenden mucho más que música: aumentan su autoconocimiento y autoconciencia, fomentan el orgullo de pertenencia social, integran la diversidad social y cultural y generar vínculos de afecto.
Superación
La cooperación es un elemento imprescindible y necesario para la construcción de una orquesta. En nuestras agrupaciones musicales todas las personas suman y caminan en la misma dirección, la de la superación personal y colectiva. El sientimiento de pertenencia contribuye a la puesta en práctica de su derecho a la participación. Se sienten valiosos y motivados, y en la búsqueda de ese sonido común se encuentran con la mejor versión de sí mismos.
Irradiación
Esta experiencia transformadora se irradia a las familias, un proceso que acompañamos desde el área de seguimiento psicosocial para recoger sus demandas y sugerencias. La música genera inclusión social, integración de la diversidad social y cultural y empoderamiento, lo que se traduce en una mejora de las aspiraciones sociales apoyadas en las propias capacidades. Y así se amplían los efectos a las familias y a la comunidad en su conjunto incrementando las oportunidades de ascenso social.
¿Cómo puedo ayudar? #ODSéate
Si quieres sumar tu granito de arena a la lucha contra la pobreza en todas sus formas, #ODSéate y únete a nuestro proyecto. Puedes hacerte socio, apoyarnos con un donativo, la donación de un instrumento musical, regalarnos tu tiempo y formar parte de nuestro voluntariado o contagiarte de la energía de nuestras orquestas en nuestros conciertos y ensayos.
«Desde el mismo momento en que el niño toma el instrumento abandona la creencia del `no puedo´ para evidenciarse premiado con el aplauso y el reconocimiento de familiares, amigos y la comunidad; la constancia: la autovaloración y la autoestima, el trabajo en equipo y la solidaridad »
Maestro J.A. Abreu