Blanca Guillén, coordinadora del programa musical de Educación Especial ‘Aula Social’, explica la evolución del proyecto
El programa musical de Educación Especial que la Fundación de Acción Social por la Música lleva a cabo en el Aula Social del Teatro Real de Madrid (España), nació en septiembre de 2015. Su origen fue propulsado por un taller intensivo ofrecido por un equipo de profesionales del Programa de Educación Especial de ‘El Sistema de coros y orquestas’ de Venezuela.
A este encuentro se invitó a participar a la Federación de Autismo de Madrid, Fundación Down Madrid, Fundación ANAR, Fundación de Víctimas de Terrorismo, Federación Española de Padres de Niños con Cáncer y Ayuda en Acción, entendiendo que la inclusión de dichos colectivos podría mejorar con este programa dentro del Teatro Real.
Tocando y cantando juntos
Tras este encuentro nace el Aula Social, un programa musical de Educación Especial en el que se abordan las disciplinas instrumental, vocal y de movimiento.
En 2019 se decide mantener la orquesta y el coro. Para ello, creamos una orquesta clásica de cuerda, abordando el movimiento de manera transversal a todo el trabajo. A lo largo de estos años, los participantes han pasado de tocar instrumentos de pequeña percusión y láminas, a instrumentos de cartón (simulando violines, violas, etc.), hasta que llegaron los medios económicos para tocar con instrumentos de madera. Los niños y niñas de la Camerata Tetuán fueron los encargados de enseñar por primera vez los instrumentos de cuerda a los integrantes del Aula Social. En ese encuentro también pudimos experimentar la emoción de Saúl, un niño de 10 años con autismo, al dirigir la orquesta. Un momento mágico que supuso un punto de inflexión en el desarrollo del programa.
Hasta la fecha, más de 100 niños y niñas con diferentes diagnósticos -TEA, TDAH, Síndrome de Down, niños en procesos oncológicos, discapacidad intelectual, síndrome de Williams, víctimas del terrorismo y de violencia, entre otros- han participado o participan de manera activa, juntos con otros de desarrollo típico, en este proyecto.
Inclusión real
La apertura a colectivos con desarrollo típico para que la inclusión fuera real ha sido crucial. Es fundamental que niños, niñas y jóvenes con diferentes características canten y toquen juntos, asistiendo a ambos grupos de manera igualitaria. Esa formación hemos notado que ayuda mucho al desarrollo holístico y facilita tanto los ensayos como los conciertos.
Otros grandes momentos que nos han demostrado estar en el buen camino han sido los conciertos ‘Inclusión Real’ en el Teatro Real, el concierto comunitario ‘Haz Que Suene la plaza’ y el concierto ‘Música Que Transforma’ del Auditorio Nacional. En ellos, las orquestas de Tetuán y el Aula Social demostraron al tocar y cantar juntos el increíble poder de inclusión de la música. Además, algunos de los integrantes del Aula Social se pusieron al frente de la orquesta para dirigirla irradiando fuerza y liderazgo.
Superación, libertad y apertura de espíritu
Nuestro objetivo general es desarrollar la práctica musical colectiva al más alto nivel de que son capaces nuestros participantes. El público siempre se sorprende al escuchar a nuestros estudiantes realizar un repertorio que es hermoso, reconocible y posible de interpretar.
Internamente, buscamos brindarles la oportunidad de colaborar con otras personas en un espacio seguro de libertad, superación personal y apertura de espíritu. Hemos descubierto que la clave del éxito en este trabajo es centrarse en sus cualidades y potencial, no tanto en sus limitaciones. En definitiva, se trata de escuchar, interesarse en ellos como personas y obtener lo mejor que tienen para ofrecer a los demás.
De esta manera, estamos construyendo conjuntamente el «Aula Social».